jueves, 13 de enero de 2011

. Empezando con retraso .

Quizás fue por vagancia, quizás fue un arranque de no querer ser convencional, pero no terminé de decidir mis propósitos de año nuevo hasta esta mañana. Como todos los años, los puse por escrito y me pareció una buena idea ponerlas en un blog donde podría verla todo el mundo (o las dos o tres personas que leen esto, en realidad), lo cual ejercería cierta presión y tal vez ayude a que cumpla varias.
Por eso, acá están. Veremos en diciembre qué tal me fue.

  1. Bajar de peso (unos 10 kilos estaría bien) y tratar de mantenerme.
  2. Participar del NaNoWriMo de este año (aunque sea con una historia para GS).
  3. Hacer todo el CBC.
  4. Tratar de ayudar a tantos perros/gatos abandonados como sea posible.
  5. Ir incorporando más comida vegana y descartando los derivados de animales.
  6. Unirme a alguna organización de defensa de los derechos de los animales y participar activamente; o al menos comprometerme con todas las causas que pueda, asistir a las marchas, firmar peticiones, difundir información, etc.
  7. Tener algo de plata ahorrada a fin de año.
  8. Ver Star Wars.
  9. Ampliar mi biblioteca todo lo que se pueda, con al menos un libro al mes.
  10. Escribir no menos de cinco historias.
  11. Ir de viaje, al menos un fin de semana.
  12. Sacar otro libro de GS.
Esperemos terminar mejor que el año pasado. Aunque definitivamente, las metas de este año son un poco mejor que las del que pasó.

L.-

martes, 11 de enero de 2011

. Otro tipo de historias verdes .

Tenía la idea de postear esto en facebook a modo de nota, pero cuando a mi computadora se le da por tener un berrincehe, hay páginas, aplicaciones y demás que no me deja usar. Así que copio y pego y espero que a alguien le interese leerlo:

Éstos son algunos tips que pueden ayudar a mejorar el estado del medio ambiente. Es muy importante que todos nos comprometamos con ésta causa. Si nosotros no cuidamos el lugar donde vivimos, nadie lo va a hacer.
Muchos son increíblemente fáciles de implementar y, además, van a hacer que se ahorren algo de dinero al año. Eso nunca está de más, ¿no?
Con que uno de nosotros se comprometa con al menos UNA de las cosas que figuran en ésta lista, va a estar haciendo un cambio ENORME para el planeta.
¡A ver con cual se pueden prender ustedes!

1) No utilizar bolsas de plástico, o al menos reducir el consumo: Las bolsas que nos dan en el supermercado tardan miles de años en desintegrarse y en el proceso producen muchísima contaminación. Se han desarrollado algunos plásticos degradables, pero ninguno ha demostrado ser válido para las condiciones requeridas en la mayoría de los vertederos de basuras. Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es, o bien reutilizar las que tenemos en casa, o reemplazarlas por bolsas de papel o de tela. Hay bolsas de tela ecológicas que no sólo son súper resistentes y útiles… ¡también son mucho más lindas que las de plástico!

2) El agua es un recurso no renovable. Según estudios recientes, sólo un uno por ciento de la superficie acuática de nuestro país es apta para el consumo. En un futuro tristemente cercano, ya no quedará agua potable para beber, bañarnos o cocinar. La mejor solución es ahorrar tanta agua como sea posible: acortá el tiempo de las duchas, no dejes canillas abiertas o goteando, ni la dejes corriendo mientras te lavas los dientes o lavas los platos. ¡Éste es un cambio muy posible! ¿Querés un ejemplo? A mí me gustaba disfrutar de duchas largas, de más de veinte minutos, pero ahora logré bajarlas a unos seis o siete minutos de duración. ¡Hacé la prueba!

3) El consumo de electricidad deja como consecuencia una importante producción de dióxido de carbono que afecta a la capa de ozono. Por esta razón es necesario apagar todas las luces que no se utilicen; no dejar enchufados cargadores de celulares o laptops aún cuando no se estén utilizando; no dejar encendidas la televisión, la radio o la computadora durante todo el día; reemplazar las bombitas de luz comunes por las de bajo consumo, que tienen una duración muchísimo mayor.

4) Reducir la utilización de papel ayuda a prevenir la deforestación. No te olvides que el papel en que escribís todos los días provino de un árbol. Los árboles son nuestra fuente de oxígeno y tenemos que cuidarlos. Reutilizá el papel, aprovechá todos los espacios imprimiendo de ambos lados, reciclalo siempre que te sea posible, reemplazá las servilletas de papel por las de tela. Plantar un árbol cada tanto también es una buena manera de contrarrestar el efecto, y además le ponés un poco de verde y belleza a tu casa, a la plaza del barrio o al lugar donde elijas ponerlo.

5) El tránsito es una de las principales fuentes de contaminación. Si tenés auto, disminuí las veces en que lo usas. Andá a trabajar los días de semana en tren, colectivo o subte, o compartí el auto con uno o más amigos que también cuenten con vehículo propio. Los contaminantes más usuales que emite el tráfico son el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y las macropartículas. Por lo que se refiere a estas emisiones, los transportes en los países desarrollados representan entre el 30 y el 90% del total. La mejor manera de evitar todo esto es andando en bicicleta. Es el medio de transporte más ecológico y, a la vez, vas a estar haciendo ejercicio físico, que nunca viene mal.

6) El reciclaje es uno de los mejores medios para prevenir la contaminación. Tal como el papel (ítem número 4), hay muchos otros elementos que pueden ser reciclados. Por ejemplo, es mejor comprar bebidas en botellas de plástico retornable o de vidrio, que comprar las que son desechables. Muchas empresas productoras de pilas están haciéndose cargo hoy en día de reciclar las que ya fueron consumidas: no las tires, devolvelas. Si el lugar donde vivís cuenta con un sistema de reciclaje apropiado, separá tus residuos según la clasificación de cada uno (normalmente son papel, vidrio y envases/plásticos). Si tu ciudad no cuenta con ello, proponelo o guiá mediante el ejemplo.

7) Para aquellos que estén de acuerdo con ese tipo de vida, el vegetarianismo/veganismo es una excelente manera de cuidar el medio ambiente. La producción masiva de carne lleva a la consumición de abundantes recursos naturales y contribuye a la contaminación debido a los constantes transportes de ganado; y los artículos de cuero, como los zapatos y las carteras, o los abrigos de pieles contienen muchos químicos que evitan la descomposición del cuerpo del animal y que producen efectos dañinos en la salud y la capa de ozono. Para muchos, la utilización de animales como comida, abrigo o demás, es una práctica cruel e inútil. A su vez, vas a estar consumiendo productos orgánicos y naturales que te van a hacer sentir mejor que nunca.

8) Secá tu ropa en una soga al sol, en vez de la secadora. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce en 320 kilos la emisión de dióxido de carbono al año. También podés reducir otros 540 kilos anuales si evitas comprar productos envasados, disminuyendo tu basura personal a sólo un 10%.

Ésta es sólo una lista básica. Me pareció bueno incluir un poquito de todo, en lo posible con alguna breve explicación de por qué los distintos puntos ayudarían a preservar un poquitito más el medio ambiente. ¡Espero que muchos de ustedes lo pongan en práctica! Con un granito de arena cada uno podemos llegar muy lejos.

L.-

lunes, 10 de enero de 2011

. De Año Nuevo y calorías .

Todos los años los empiezo con una lista de resoluciones. Una de las fijas es volver a mi peso ideal, lo que significa que tengo la ardua y aburridísima tarea de ponerme a dieta por delante.
Cuando me hice vegetariana hace ya casi ocho meses pensé que también iba a bajar automáticamente de peso. Por alguna razón tendemos a relacionar dejar de comer determinados alimentos con adelgazar, pero eso no es cierto. Dejar de comer animales muertos no es sinónimo de dejar de comer cosas que engordan. Y eso se los puedo jurar.
Así que hace un par de semanas encontré en Internet una dieta vegetariana de Cormillot (el tipo me cae hiper mal, pero tiene algunas dietas copadas y no tan difíciles de hacer) y decidí dejar pasar las fiestas y después empezarla. Porque seamos sinceros, ¿quién empieza una dieta justo antes de Navidad y Año Nuevo?
Y acá me lanzo a mi meta que se repite cada doce meses, y sólo pocas veces logré alcanzar (y por un tiempo absurdamente limitado). Aunque la verdad es que no me interesa demasiado lo estético, lo confieso. Me basta con sentirme cómoda conmigo misma, no necesito entrar en un mini-short de 47st.

Normalmente empiezo el año ya con una lista de cosas en mente para cumplir, pero en esta oportunidad se ve que estoy más vaga de lo habitual, porque tengo dos o tres dando vuelta en la cabeza, pero ni me molesté en analizarlas demasiado. Quizás ya las tengo asumidas. Por ejemplo, una de ellas es rescatar un gatito/perrito de la calle, que viniendo al caso, ya lo hice, pero que no voy a dar por concluida, porque es algo que puedo hacer a lo largo de todo el año repetidamente. Otro es más bien un deseo de que me vaya bien en la facultad.
Creo que de verdad tendría que sentarme y pensarlo. Está bueno tener propósitos claros, alguna especie de camino delineado. Uno de ellos podría ser definitivamente actualizar este blog más seguido porque está prácticamente muerto. Pero no tiene mucho sentido porque en realidad a nadie le importa.

Así y todo es una buena señal estar ahí de empezar una dieta. Ya no me tomo esas cosas muy en serio, lo que probablemente signifique que haya algún fin de semana en que me interne en Starbucks y me zampe tres lattes de vainilla con carrot cake, pero que voy a bajar algunos kilos, los voy a bajar.

L.-