lunes, 8 de marzo de 2010

. Nothing in my way .

Hace varios días que no actualizo mi humilde blog de idas y venidas. Hace varios días que siento que me dieron un giro de 180° con el solo propósito de descalibrarme y ver si puedo volver a mi posición normal sin alteración alguna. Hace varios días que estoy con estas “life doubts” de las que habla el título del blog.
En primer lugar, el trabajo. El siempre necesitado, ansiado, malparido trabajo. ¿Saben a qué me refiero? A eso que las empresas llaman “relación de dependencia” pero a mí me suena a esclavitud. A eso que debería ayudarte a pagar las cuentas a fin de mes, pero que siempre llegás contando las moneditas para el bondi. Eso que te da “posibilidades de crecimiento”, pero que hace que cada día me sienta más y más insignificante.
Resulta que mi maravillosa empresa (IBM, mandémoslos al frente) decidió, de un día para el otro, que había over-staff en mi departamento y que por lo tanto sería mejor que me movieran a uno distinto: he aquí que entra en escena DBC Service.

DBC Service es el departamento de General Motors donde los viejos boludos de las concesionarias que le tienen que hacer arreglos a los flamantes vehículos de sus clientes, llaman para reclamar el dinero del arreglo que GM debe retribuirles siempre que así corresponda. Es un departamento lleno de términos como engine, transmission, craft, brakes, refrigerant, trim y demás partes de los autos que no conozco en castellano y mucho menos en inglés. Es decir que paso GRAN parte de mi día escuchando palabras que podrían decírmelas en chino y no haría diferencia alguna. Es decir que me pasaron de un departamento básicamente cómodo (en comparación, se entiende, ¿no?) a esto que no tiene otro adjetivo para ser calificado que no sea MIERDA.
Todo esto, por supuesto, aceleró mi búsqueda laboral. Ahora vivo conectada a páginas de empleos online, hojeo los clasificados cada vez que tengo la oportunidad, me camino el aeropuerto (el siempre cuasi-soñado empleo cerca de casa) de punta a punta repartiendo currículums a dos manos, casi corriendo, como si persiguiera a Tom que está a punto de embarcar en el próximo vuelo de British Airways.
Por ahora, felizmente (nótese el sarcasmo impregnando cada sílaba), no ha salido nada, por lo que sigo ligada a esta empresa, que no sólo me mueve como quiere y me mancilla el cerebro con cosas que jamás voy a comprender, sino que también me paga una miseria. Pero a veces hay que conformarse con eso antes que con nada. Y por eso por más que quiera renunciar con todas mis fuerzas, me obligo a tratar de cumplir, dentro de mis frágiles posibilidades, con la asistencia, como mínimo. Todos los días me levanto entre mi revoltijo de sábanas coloridas y almohadas con letras de Bedshaped y A Bad Dream, retorciéndome en el más mórbido deseo de morir antes de tener que pisar el edificio y subir a mi para nada agradable training.
Y bueno. I don’t wanna go, I don’t wanna stay…

Y, como si eso fuera poco, acá viene el problema número dos: pareja. ¿Qué hacés cuando, después de tres meses de estar con alguien, que está completamente loco por vos, te das cuenta que no lo amás? ¿Qué hacés cuando no te queda más opción que dejar de engañarte a vos misma, porque por mucho que te obligues no vas a lograr enamorarte de él? ¿Qué hacés cuando seguís pensando en la única persona que realmente amaste en tu vida y que es posible que el infierno se congele antes de que se fije en vos?
Pero mi problema actual no se trata de otro tipo. No se trata de que sigo atrás de él. Se trata de la persona que tenés al lado y que no tenés más remedio que lastimar, porque no vas a continuar una relación que sabés con total e inamovible certeza que no va a llegar a ningún lado. Porque ya no se trata de si querés o no a esa persona que fue la única que te erizó la piel y te hizo suspirar en sueños. No se trata de si alguien es mejor que el otro. Se trata de buscar la mejor manera de explicar que hay caminos que nunca se cruzan, y que si se cruzan, son por un atajo inesperado. Y así y todo, sigue siendo un atajo, pero no el destino. El destino sigue siendo otro, aunque a veces camines sin saber exactamente a dónde carajo vas.
La cuestión es que ahora tengo que enfrentarme a mi primera ruptura. Y en cierto modo hubiese preferido que él se hubiese cansado de mí antes de tener que ser yo la que tipee el punto final. Siento que él no lo merece. La culpa me mata cuando me doy cuenta que yo me voy a encargar de dejar otra cicatriz en su corazón. Sin embargo, la vida es así. Se ríe, se llora, se vive, se ama. O no.

So there’s nothing left to say…

Y yo que pensaba que iba a poder ponerme a tararear Clear Skies en paz…


L.

2 comments:

Crystal dijo...

My dear Laurie,creo que el maldito destino nos puso a ambas en la misma situacion.
Que Ironia,cuando tres meses antes chateabamos hablando sobre "los reemplazantes"!.Yo en mi casa, vos en "la pecera" como le decia en broma.
Y ahora miranos,sufriendo y pensando la mejor forma de dejarlos ir sin que nos destrozen el corazón mas de lo que lo tenemos.
No se vos, pero si sabia que todo esto me pasaria,ni siquiera lo hubiese intentado. Pero bueno, la relación,el trabajo,etc. Todo contribuye a que algo salga. Y ahora eso debe ayudar a olvidar.
Relajate,Mi joven escritora. Supongo que algun dia tendremos el final feliz que tienen los personajes de nuestros fics. Pero mientras,convivimos en este Iron Sea,lleno de Life Doubts.
From my Black Burning Heart,Crystal.
P.D: Voy a extraerte un pedazito de tu posteo,si no te molesta. Si?:)

L. dijo...

Hola Aye =)
La verdad es que yo no me arriepiento ni un ápice de haber hecho lo que hice, de haberme arriesgado a estar con alguien que me ama de una manera tan maravillosa que me asombra. Lo que yo pensaba y buscaba no era una forma de terminar sin ue me destrocen más el corazón. Era para no destrozárselo a él.
De todas maneras, no sé cómo habrá seguido tu historia (¡hace mil que no hablamos!), pero la mía no concluyó del todo y voy a tratar de ver cuál es el camino más adecuado para resolverlo.

Te dejo un beso enorme, y acordate que nosotras también somos las protagonistas de nuestra propia historia. El final lo buscás vos. Será cosa de ver para qué lado rumbeás.

L.


PD: Extraiga todo lo que quiera, niña, pero por favor cite la fuente =)